Nada Facil
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Sumergirse en aguas abiertas trae con si una experiencia emocionante y desafiante con la que la piscina nunca podrá competir. A diferencia de nadar en una piscina, nadar en aguas abiertas presenta condiciones variables y únicas. Tienes el sol, las olas, el agua salada y demás variables que hacen de esta natación todo un deporte en si. En este blog post, te compartiré valiosos trucos y tips para que disfrutes al máximo de tus sesiones de natación en aguas abiertas. Desde elegir el equipo adecuado hasta mantener la seguridad, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber.

Conoce el entorno:

Antes de lanzarte al agua, investiga sobre el lugar donde planeas nadar. Tienes que conocer donde es que te estas metiendo. Averigua las corrientes, la temperatura del agua y cualquier peligro potencial (fauna y flora). Al entrar es importante saber si el fondo tiene pastos marinos, piedras, fango, huecos, coral etc. Conocer el entorno te ayudará a prepararte mejor y tomar decisiones más informadas durante tu nado, por ejemplo por donde puedes entrar  y salir del agua. No siempre se puede salir por el mismo lado por donde se entra

Practica la navegación/Avistamiento:

La orientación puede ser un desafío en aguas abiertas. Una mala orientación te lleva a nadar en zig-zag y a nadar más metros de los necesarios. Practica la navegación antes de tu sesión de natación. Aprende a utilizar puntos de referencia en la costa, como árboles o edificios, para mantenerte en el rumbo correcto. Busca algo que sea muy notorio, ya que tendrás poco tiempo para poderlo ver -no puedes durar 5 segundos con la cabeza afuera buscando tu punto de referencia. Además, considera el uso de boyas de referencia en el agua para ayudarte a mantener una dirección constante.

En la piscina busca hacer un avistamiento cada 4 brazadas y utiliza el partidor como punto de referencia.

Aprende a respirar en diferentes condiciones:

En aguas abiertas, las condiciones pueden cambiar rápidamente. Aprende a adaptar tu técnica de respiración según el oleaje, la dirección del viento y las corrientes. Practica respirar en ambos lados y mantén la calma si te encuentras con olas o turbulencias inesperadas.

En buenas condiciones la respiración se hace con un ojo dentro del agua -algo muy parecido a como sería en la piscina- y sin alterar mucho la posición de flecha. En condiciones un poco más “feas”, con más oleaje, la respiración se debe adaptar, y también se vuelve algo más “fea”: la cabeza se levanta un poco más y tal vez se hace al frente y no de lado. Por esto hay que practicarla por de distintas maneras.

Haz entrenamientos específicos para aguas abiertas:

La mayoría de metros de los entrenamientos de guas abiertas se hacen en piscina, principalmente porque es más fácil tomar datos en condiciones estables. Realiza simulaciones de carreras, practica nadar en línea recta, respiración bilateral y trabaja en tu resistencia. Estos entrenamientos te ayudarán a prepararte adecuadamente para las condiciones desafiantes que encontrarás en aguas abiertas.

Trabaja series largas de 20×100, trabaja mucha patada con aletas y sin aletas (600-1000m en cada entrenamiento). Si nadas 5k busca hacer 3km, por lo menos, por sesión.

Familiarízate con el protocolo de seguridad:

Antes de nadar en aguas abiertas, asegúrate de conocer y seguir el protocolo de seguridad. Informa a alguien sobre tu plan de nado, nada en grupo cuando sea posible y lleva contigo un dispositivo de flotación personal. La seguridad es fundamental al nadar en aguas abiertas. Si vas solo procura no alejarte mucho de la orilla. Si hay un guardavidas procura avisarle que entras al agua y avísale cuando salgas.

La seguridad es lo más fundamental a la hora de nadar en aguas abiertas.

Practica el cambio de ritmo:

En una carrera de aguas abiertas, es posible que necesites cambiar tu ritmo en diferentes momentos. Los cambios de ritmo se pueden dar para salir de una corriente, para pasar una ola o simplemente para adelantar a un nadador que va más lento que tu. Practica cambiar de velocidad durante tus entrenamientos para estar preparado para situaciones en las que debas acelerar o disminuir la velocidad según las condiciones del agua y las estrategias de carrera. Por esta razón es importante realizar esprints de 25 o 50m. El objetivo no es buscar tiempos, el objetivo es que tu cuerpo pueda ACCEDER a otras velocidades.

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