[clickToTweet tweet=”Olvidar, salvo en ciertos casos, no es, una enfermedad de la memoria, sino una condición de su salud y de su vida.” quote=”El olvido, salvo en ciertos casos, no es, pues, una enfermedad de la memoria, sino una condición de su salud y de su vida.”] – Théodule Ribot
Olvido el móvil en la casa, por lo menos una vez a la semana; olvido los cumpleaños de todo el mundo, a pesar de toda la tecnología que hay para que no se me olviden; olvido las benditas llaves de la casa, olvido lo que me mandan a recordar; olvido que es lo que estoy escribiendo…
Mi capacidad de olvidar es hereditario, lo se porque solo basta estar al lado de mi mamá unos minutos y verla renegar porque se le olvido donde dejó X o Y cosa, entre esas la llaves de la casa. La capacidad de olvido de mi mamá es tal, que una vez me “olvidó” en una fiesta cuando era bebé (historia verdadera), fue solo por el reclamo de mi papá de, “¿dónde está el niño?” que me mi mamá recordó mi existencia y regresó a la fiesta a recogerme.
Siempre pensé que mi olvidar bordeaba con lo patológico, pero resulta ser que es una atributo de buena salud. Salvo las miradas feas, los regaños y reclamos, puedo testificar que olvidar tiene muchas ventajas.
Primero no guardas rencores. Los rencores afectan el colón y generan un sin fin de enfermedades. Muchos dicen que eso se cura con perdonar, pero o estoy aquí para decirte que eso es puro cuento; la clave está en olvidar.
Segundo te asombras de la misma cosa varias veces. Dicen – las malas lenguas-que nuestra capacidad de asombro disminuye con los años. Esto es cierto solo si posees una buena memoria. Cuando practicas el olvidar cosas a diario te darás cuenta que te asombrarás del mismo chisme varias veces; te reirás del mismo chiste una y otra vez; y nunca te cansarás de ver tu película favorita.
[clickToTweet tweet=”‘Olvidar nos permite trascender los detalles y generalizar, ver el bosque y no solo los árboles.’ ” quote=”‘Olvidar nos permite trascender los detalles y generalizar, ver el bosque y no solo los árboles.’ “].-Viktor Mayer- Schönberger
Acordarnos de todos los detalles de nuestra vida sería tortura. El olvidar nos permite enfocarnos en lo importante, en lo que nos interesa. El mundo moderno tiene muchas distracciones, demanda mucho de nuestra atención y esto es sumamente estresante (olvidar las llaves de la casa también es estresante, pero no va al caso). Tenemos que aprender a soltar la información que no nos sirve para así tener un panorama más claro de lo que pasa en nuestras vidas.
No siendo más vamos a la tarea de hoy:
Olvidar la Ropa Interior en la Casa
Se que a más de un nadador le ha pasado esto porque lo he leído en varios grupos en Facebook (como este por ejemplo). Un día de estos que vayas a la piscina vas a dejar la ropa interior a propósito. Vas andar “comando” todo el día, es decir sin ropa interior.
Vas a pasar todo el día con la sensación de que algo se te olvidó, que algo te hace falta. Te vas a revisar a ver si es el móvil, las benditas llaves de la casa, las llaves del carro o si tenias una cita médica.
Los minutos que tardes buscando el “¿qué es lo que olvidé?”, parecerán horas, acabarás agotado, y al final te darás cuenta que seguramente no era nada importante -al menos que sean las benditas llaves de la casa. Sentirás una liberación. El olvido te ha librado de algo que, si era importante, ya no lo es.
Aprende a a vivir tu día a día de una manera diferente, de ver el mundo de otra manera (sin calzones en este caso).