Basado en el artículo How to Explain Weight Fluctuations to Your Clients
Este tema tiene entre muy poco y nada que ver con la natación. ¿Entonces por que voy a hablar de él? Porque estoy seguro que muchos de ustedes nadan por cuestiones de salud, y por cuestiones de salud me refiero a perder peso.
Es el tema de moda. Todo el mundo quiere mostrarle los glúteos al mundo, hasta el punto que se suben el traje hasta las orejas -es como una competencia no declarada en Instagram. En el caso de los hombres no sé que está de moda porque no me dedico a ver hombres en traje de baño por Instagram.
En fin.
Si en algún momento de tu vida has tratado de perder peso, seguro has cantado muchas victorias, así como has perdido muchas batallas: Unos días te levantas y has perdido dos kilos, y a la semana los vuelves a subir. Es como un juego de balancín, hasta el punto que uno realmente cree que los dioses están jugando con uno.
El “dios” en este caso es el glucógeno. El glucógeno puede generar fluctuaciones tan drásticas en tu peso que puedes llegar a creer que las leyes de la termodinámica ya no aplican para ti.
¿En qué radica el chistecito del glucógeno?
El truco está en hacerte creer que el peso que perdiste es de grasa, cuando realmente no es tan así. Mal chiste ¿no?.
Que es lo que realmente ocurre.
Seguramente te han aconsejado que te peses en la mañana después de ir al baño, pero antes de desayunar. ¿Cierto? Bajo estas condiciones el cuerpo se encuentra en un estado moderadamente deshidratado, pero este no siempre es el caso.
Los niveles de líquidos en el cuerpo puede variar por dos razones principalmente: Agua y sal.
Te pinto el siguiente cuadro.
Es viernes la semana ha sido dura, pero con todo y eso has logrado mantenerte lejos de los carbohidratos durante todo la semana. Llega la tarde y suena el móvil, “llorando se fue, en un dí…”, contestas, “Alóooooo”. Quince minutos después tienes plan para salir a comer a tu restaurante favorito. Estas a dieta, pero no te vas a estresar porque llevas toda la semana cuidándote la boca. Horas más tarde te das cuenta que estuviste a un bocado de que se te borrara el ombligo. Pero la tranquilidad prima porque es imposible que en una comida me tire la aguantadera de comer de toda la semana.
Mañana siguiente.
Te levantas, vas al baño y te pesas. Mier…coles. ¡¡¡¡Te subiste 2 kilos!!!! Tranquilízate. Sal del baño y toma aire. Acá pudieron ocurrir dos cosas:
- Te empujaste tanta comida que aún no la has terminado de digerir. Seguramente ni hambre tienes todavía, así será todo lo que comiste.
- El alto consumo de sodio (la comida de los restaurantes suele tener mucha sal para resaltar los sabores) ha hecho que retengas líquidos para poder mantener equilibrados tus electrolitos.
Con el tiempo -y dependiendo de cuanto comiste- la comida saldrá por alguna de las dos puntas, y el líquido por donde usualmente sale.
El Glucógeno y el Agua
Cada gramo de glucógeno -se almacena en el hígado y en los músculos- está acompañado por tres o cuatro gramos de agua. Esto quiere decir que si comes menos carbohidratos vas a tener menos glucógeno y por ende vas a retener menos agua.
Como por pasar el rato hagamos unos cálculos.
Si entrenas duro y cortas tu consumo de carbohidratos, puedes llegar reducir en un 80% o en 255 gramos tu glucógeno. Si multiplicamos eso por cuatro nos da 1020 gramos que nos da un kilo y pico en tan solo unos días. Esto es si eres una persona de tan solo unos 70 kilos. Entre más músculos y más estricta sea la dieta, más peso se pierde.
Conclusiones
Primera lección: No te peses todos los días. No te tortures de esa manera. Enfócate en lo importante: seguir las instrucciones de tu nutricionista, y haz ejercicio con regularidad -siempre tratando de exigirte.
Segunda lección: No te pases con la comida. Me refiera a que ni aguantes hambre, ni te excedes de repente.
Referencias
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2. Szczepanska-Sadowska E, Czarzasta K, Cudnoch-Jedrzejewska A. Dysregulation of the Renin-Angiotensin System and the Vasopressinergic System Interactions in Cardiovascular Disorders. Current hypertension reports. 2018;20(3):19.
3. Areta JL, Hopkins WG. Skeletal Muscle Glycogen Content at Rest and During Endurance Exercise in Humans: A Meta-Analysis. Sports Med. 2018.
4. Bergstrom J, Hermansen L, Hultman E, Saltin B. Diet, muscle glycogen and physical performance. Acta physiologica Scandinavica. 1967;71(2):140-50.
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