En el apasionante mundo de la locomoción y la natación, nuestro cuerpo se convierte en una máquina sorprendentemente diseñada para desplazarnos con eficiencia y fluidez. Uno de los aspectos fundamentales que nos permite lograr esto es la compresión y expansión del cuerpo. En este artículo, exploraremos cómo esta técnica clave influye en nuestra capacidad para movernos tanto en tierra como en el agua, y cómo podemos aprovecharla para mejorar nuestro rendimiento.
Existe tanta información acerca de cómo debemos movernos que a la larga nos quedamos quietos. No pretendo solucionar el tema en este post, pero si quiero que quede claro uno de sus principios básicos que son las expansión y la compresión. La clave para un movimiento perpetuo es que unos músculos se contraigan y otros se expandan, o relajen, y que luego se inviertan los roles; así los músculos trabajan y descansan. Las lesiones y dolores ocurren cuando un grupo muscular solo se contrae, o solo se expande.
Compresión y expansión en la locomoción:
Cuando nos movemos, ya sea caminando, corriendo o saltando, nuestro cuerpo experimenta un proceso continuo de compresión y expansión. Este fenómeno se asemeja al funcionamiento de un resorte, donde la compresión almacena energía potencial y la expansión la libera de manera explosiva para propulsarnos hacia adelante.
En la locomoción terrestre, la compresión ocurre cuando nuestros músculos se acortan y se contraen al entrar en contacto con el suelo. Esta contracción muscular almacena energía en el cuerpo, lista para ser liberada en el momento de la expansión. Cuando nuestros músculos se estiran y se alargan, liberan toda esa energía acumulada, generando una fuerza impulsora que impulsa nuestro movimiento hacia adelante.
En la imagen de la izquierda que está arriba, vemos como la piernas de los dos corredores apunta hacia afuera. Esta figura crea un “arco” que amortigua la caída, y que carga las fascia del lado externo de la pierna, para luego rotar en el sentido contrario generando un esquineo (ver imagen derecha arriba) mostrando la liberación de energía.
Aquí vemos ver el concepto de contracción (arco) y expansión (esquineo) de los músculos y como se alternan entre un lado y el otro.
Compresión y expansión en la natación:
La compresión y expansión del cuerpo también desempeñan un papel crucial en la natación. Cuando nos movemos en el agua, nuestros músculos se comprimen y se expanden en cada movimiento de brazada y patada. Esto nos permite desplazarnos a través del agua de manera eficiente y con menos resistencia.
Al nadar libre, al sumergirnos en el agua, nuestros músculos se comprimen, almacenando energía potencial (pensemos en el gateo de un bebé). En la fase acuática, cuando estamos haciendo el barrido, generamos una compresión total de ese lado: se baja el brazo, se comprime el core y se flexiona la cadera. Mientras que en el lado opuesto hay una expansión total: se expanden las costillas, el brazo se estira por encima del cuerpo, y la patada extiende la cadera. Esta técnica de compresión y expansión nos permite nadar con mayor velocidad y eficiencia, minimizando la resistencia del agua.
La importancia de la técnica y coordinación:
Es esencial destacar que la compresión y expansión del cuerpo requieren una técnica adecuada y una buena coordinación muscular. Para aprovechar al máximo el potencial de nuestro cuerpo, es fundamental aprender a utilizar nuestros músculos de manera sincronizada.